FRENTE
A LA OPRESIÓN DE LOS MERCADOS: HUELGA DE CONSUMO
Desde hace algún tiempo hemos
podido observar cómo se nos está asfixiando
además de por deudas, por recortes de todo tipo. Claramente, observamos mensajes y señales de que somos cada vez más
prescindibles en nuestros empleos (si es que no nos han echado ya). Todo esto
está justificado con el propósito de salvar la economía, palabra que siempre
identifican con la de mercados. Unos
mercados en los que el miedo de la gente alcanza unos máximos históricos, cosa
que les posibilita comprar derechos y conquistas sociales a precios irrisorios.
Mientras tanto la publicidad
de las grandes superficies y los grandes fabricantes, sigue lanzándonos
anzuelos para sacarnos los cuartos y seguir colonizando no sólo
nuestro dinero sino también nuestras mentes,
monopolizando la idea de ocio con pasar el día en un centro comercial y equiparando
valores como la felicidad y el éxito, con unas marcas y logotipos determinados
que no hacen más que mostrarnos mensajes sexistas y antisociales de forma encubierta.
Dejemos de
jugar a su juego, recuperemos primero nuestras mentes para negarnos a visitar
sus templos de la compra, en los que el consumismo y la insatisfacción se
retroalimentan constantemente. Reconquistemos espacios y lugares, en los que podamos crear nuestro propio
mercado dando un sentido real a la palabra economía, con nuestras normas, donde
no sólo nos limitemos a intercambiar las cosas que necesitamos sino
también saberes, ideas y sentimientos que en sus ferias de la opulencia jamás
tienen cabida. Digámosles claramente que ellos son los prescindibles, comencemos una HUELGA DE CONSUMO.
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