Los grupos de trabajo Antipatriarcado, Consumo/precari*s y huerta siguen funcionando y reuniéndose periódicamente.
Segun se indica en su web, la Asamblea apoyará la creciente escalada de movilizaciones sociales llevando un mensaje de auto-organización y de lucha como indica el texto que han publicado y reproducimos a continuación:
Frente a los recortes sociales Auto-organización y Lucha.
Todos
y todas somos conscientes de los recortes y tijeretazos que el poder está
aplicando a los llamados "servicios públicos", fundamentalmente
educación y sanidad, pero también prestaciones y asistencia social.
Desde hace décadas los partidos políticos
del régimen nos decían que la paz social estaba lograda, que vivíamos en una
sociedad justa y que el estado compensaría las desigualdades sociales. Para
ello instauraron una sanidad dirigida por políticos, técnicos, burócratas y
empresas farmacéuticas. Una educación pública, privada o concertada que nunca
ha permitido un verdadero pensamiento crítico y que se limitaba a formar mano
de obra, a poder ser sumisa y obediente. Y para cerrar el círculo de este
supuesto "estado del bienestar", unas pensiones en muchos casos
ridículas y unas prestaciones sociales que, en el mejor de los casos, impedían
que cayéramos en la mendicidad. ¿Acaso vivíamos en el mejor de los mundos
posibles?
Ahora que los bancos, los especuladores y
el gran capital presionan para que el estado español desmantele sus servicios
públicos y despida o sobreexplote al funcionariado, vemos que millones de
personas (la clase trabajadora al completo) son dramáticamente afectadas por
estas medidas. No sólo los y las funcionarias que se quedan sin empleo o paga
de navidad; el resto también vemos limitada nuestra atención sanitaria y
nuestras prestaciones, y nos quedamos con una educación cara, elitista y sin
medios. Desde la Asamblea
de Gamonal entendemos que hay que superar el enfoque corporativista, según el
cual cada colectivo lucha por separado. No vale la pena que defendamos nuestra
parcela, sino que podemos crear redes de resistencia frente a los ataques del
capitalismo y a la vez crear un tejido social solidario en el que todos y todas
nos apoyemos para sobrevivir dignamente.
Desde la Asamblea 15-M de Gamonal
estamos poniendo en práctica diversos modos de autoorganización, como pueden
ser los mercados de trueque, la huerta colectiva, los talleres en los que
compartimos conocimientos o la recuperación de espacios que las entidades
financieras dejan vacíos, impidiendo que se dé un uso común a estos recursos.
Estos ejemplos son modestos, pero entendemos que podemos ir mucho más allá.
¿Dejaremos que los centros cívicos se cierren y cojan polvo? ¿Permitiremos que
residencias estudiantiles, bibliotecas, salones de actos y lugares de ocio
juvenil y comunitario queden abandonados? ¿Seguiremos comprando comida cara,
transgénica o llena de pesticidas, a los grandes supermercados?
Para nosotros y nosotras existe una alternativa. Podemos intentar gestionar nuestras vidas colectivamente. Los servicios públicos, que deben ser lo común, y no necesariamente lo estatal (pues sabemos quién dirige realmente este estado), pueden ser participados por todas las personas que tienen relación con ellos. ¿Es realmente imposible la implicación directa, no sólo de profesores y funcionarios/as, sino también de familiares y alumnos/as, en la organización de la educación? ¿No tenemos nada que decir los usuarios/as de la sanidad? ¿Debemos dejar todas las decisiones a políticos y tecnocrátas que tienen como prioridad dar beneficios al capital privado?
Ejemplos de autogestión hay muchos, en
todo el mundo: las fábricas ocupadas por los trabajadores y trabajadoras en
Argentina, o el ejemplo de CIFISA en Burgos; la gestión colectiva de espacios
ocupados o recuperados por vecinos/as de los barrios; las escuelas libertarias;
incluso un hospital gestionado horizontalmente por pacientes y profesionales en
Grecia. Proyectos que si han fracasado en muchos casos ha sido por la violencia
del estado o la falta de recursos, algo que realmente podemos afrontar si
realmente nos decidimos a actuar para cambiar nuestras vidas. ¿No somos capaces
de imaginar, de pensar colectivamente? ¿No podemos convivir y organizarnos al
margen de un estado capitalista al que sólo le preocupan sus cuotas de dinero y
poder? ¿Hace falta que nos digan cuáles son nuestras necesidades y lo que nos
conviene?
Estamos convencidos de que no hay alternativa; o luchamos por acabar con el capitalismo y somos solidarios o nos acabaremos peleando por las migajas que nos ofrezcan. Autoorganización, ocupación, liberación, resistencia y apoyo mutuo. Ésas son nuestras consignas.
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